top of page

México: kitsch por accidente

Cuándo eramos pequeños, ¿quién no recuerda ir a la casa de su abuelita o de su tía y ver un mueble lleno de figuritas y/o recuerditos? Figuras por ejemplo de cuando fue el bautizo de tu prima, los quince años de tu amiga o la boda de la vecina.

O cuando vamos a un mercado donde venden todos estos objetos decorativos, desde unos tenis con la imagen de la virgen María hasta unas alcancías de puerquitos pintados de diferentes personajes.

Todos estos artilugios llenos de creatividad, colores vibrantes que atrapan a simple vista, algunos tienen diamantina o piedritas brillantes, o muchos elementos decorativos que tal vez en algún momento pensaste en que era algo de “mal gusto” o “pasado de moda”, pero que en primera instancia no sabías a ciencia cierta cómo denominarlo.

Pero ¡Sí existe un término que engloba todo esto!, es dentro del ámbito de la moda y el arte: es lo kitsch.

 

Kitsch es sinónimo de “más es más” y la cultura mexicana igual.

 

La palabra kitsch proviene del Alemán y se define como “una pieza artística que está considerada como una copia mala de un estilo ya existente”. Pero esto no significa que el diseño mexicano sea una copia mala de algo más, como ya se mencionó es algo único.

Como señala la fotógrafa Cristina Kahlo: en México “emerge de la imaginería popular como una colorida exaltación de lo bello, se porta y se exhibe con orgullo. Nadie se siente aludido frente a la definición.”

Esta definición de Kitsch se remite al contexto de Alemania del Siglo XIX. Cuando una nueva clase social comenzó a surgir gracias a su reciente riqueza, empezaron a comprar o crear artefactos o reproducciones artísticas muy parecidos a los usados por la aristocracia con el fin de parecerse lo más posible a ellos; la imitación se debió porque aún no tenían el dinero suficiente para comprar las mismas cosas que ellos.

Otra forma de definir este concepto es:

“lo excesivo decorado en exceso”.

 

Por ejemplo: observas que está a la venta un objeto común y corriente como lo es una veladora, pero minutos después ves una veladora decorada con flores y la imagen de la Virgen de Guadalupe, es ese plus, ese exceso que le da la cultura mexicana a cada objeto.

Entre más se observa la cultura decorativa mexicana es más complicado no relacionarlo con lo Kitsch. Lo más peculiar es que esta forma de ser, tan mexicana, siempre ha sido así, mientras que el concepto de Kitsch o lo relacionado a ello si tiene una fecha aproximada de existencia, por eso la fotógrafa Olivia Vivanco menciona que:

 

“los mexicanos son Kitsch desde antes de lo kitsch”

bottom of page